By Atemporadas. (Análisis de la tercera temporada sin spoilers)
No hay escándalo que altere a la reina, y no es de extrañar, tras 66 años en el trono de hielo. Esta temporada, siguiendo la estela de las anteriores, nos sumerge en la lujosa e infeliz vida de los royals, una mezcla entre culebrón, drama y trama policial contado a lo grande para seguir siendo la joya de Netflix.
Mucho lujo, mucho drama, esperanza y emoción para una serie que nos permite adentrarnos en los acontecimientos vividos por una Inglaterra conmovedora y conmovida por sus vivencias entre 1964 y 1976, en los que ocurrieron acontecimientos royal como el romance de C&C (Carlos y Camila), la coronación de Carlos como Príncipe de Gales y el divorcio de la princesa Margarita.
«No tener voz es algo con lo que debemos vivir. La gente siempre querrá que sonriamos, o asintamos, o estemos serios, o hablemos. Y en el momento en que lo hagamos, nos posicionaremos y eso es lo único que como familia real no tenemos derecho a hacer»
En el podcast, analizamos los puntos fuertes y débiles de esta temporada y el resultado del «borrón y cuenta nueva» con el cambio de personajes. ¿Va Helena Bonham Carter disfrazada de princesa? ¿es la nueva Frozen? o ¿es Tobias Menzies más Duque o más Outlander?… todo esto y más cotilleos royals en el episodio, porque otra cosa no, pero The Crown nos permite salseo sin censura. Y es que con un guión, escenografía y fotografía exquisitos, la puedes disfrutar más que cualquier degustación de los Hermanos Torres a lo «Foodie Love».
Así que, si quieres saber más sobre los tocados de Ascot, los «Rumore Rumore» de C&C o por qué James Bond salvó a la Reina, no tienes más que visitar Atemporadas, en el podcast te lo contamos todo. Puedes escucharlo aquí.
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